sábado, 27 de noviembre de 2010

El español. Lo que hay que saber

El valor económico de nuestra lengua, el número de los que la hablan, las palabras que la componen, su presencia en Internet. Expertos analizan la potencia y vitalidad de este idioma


Amistosa y receptiva. Esa es quizá la principal característica del ADN de la lengua castellana, ser muy amigable a otros sonidos y lenguas. Y eso es, precisamente, lo que le ha servido para crearse, evolucionar y expandirse. Un idioma de mil años, cuyo embrión procede del siglo III antes de Cristo con el latín vulgar del Imperio Romano, propagado y decantado por la península Ibérica durante 12 o 13 siglos, hasta que entre finales del siglo X y comienzos del XI se escriben las Glosas Emilianenses, textos bautismales, escritos en lengua romance guardados en el monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla, en La Rioja (España). Luego, Alfonso X el Sabio (1252-1284) lo afianzaría al aceptar la escritura de obras importantes en esa lengua. Hasta que llega el descubrimiento de América, en 1492, y con él una segunda vida donde la clave es el mestizaje interminable. Varios expertos trazan el mapa genético del idioma y su futuro.


JOSÉ ANTONIO PASCUAL. Vicedirector de la RAE y catedrático de Lengua Española en la Universidad Carlos III de Madrid, además de director del Nuevo diccionario histórico de la lengua española.

P. ¿Cuántas palabras tiene el castellano? ¿Qué posición ocupa el español en número de palabras respecto a otros idiomas?
R. El diccionario de la RAE contiene 88.000 palabras. El de americanismos 70.000; pero en este último aparecen muchas variantes que en el diccionario académico ocuparían una sola entrada, como guaira, huaira, huayra, waira, wayra, guayra. Se suele estimar el léxico de una lengua añadiendo un 30% al de los diccionarios. En cuanto a la posición del español en número de palabras, solo puede responderse con respecto a las que aparecen en los diccionarios y para ello basta con comparar las 150.000 de nuestro Diccionario histórico con las 350.000 del Oxford.

P. ¿Se distorsiona el español con la influencia del inglés por temas como la informática?
R. No me parece que haya "distorsión" cuando se adopta intencionadamente un término técnico o científico, compartiéndolo con otras lenguas. Ciertamente, en la incorporación de palabras extranjeras pueden presentarse problemas, pero no es menos cierto que a las lenguas no les viene mal la convergencia entre ellas: sobre todo si es buscada. ¿Qué ganaríamos con rechazar un término científico que se emplee en inglés, francés, catalán e italiano aislándonos con una creación exclusiva nuestra?

P. ¿Cuáles son los principales vehículos dinamizadores de divulgación y potenciación de nuestra lengua?
R. Ante todo influye la idea que los hablantes de otras lenguas se hacen de la nuestra. Para ello sirven de muy poco las campañas de imagen y mucho la fuerza de nuestra cultura, a la que pertenece una literatura que cuenta con varios premios Nobel. Serviría aún más que en los distintos países de habla española tuviéramos varios premios Nobel de química, física o medicina, que nuestras economías fueran competitivas y que aumentara de año en año la calidad de nuestros sistemas políticos.


CARMEN CAFFAREL. Directora del Instituto Cervantes.

P. ¿Cuál es la proyección del español en el mundo? ¿Número de hablantes y proyección para el año 2030? ¿Y cuál es su posición global?
R. Todas las fuentes demolingüísticas clasifican la lengua española como la segunda más hablada del mundo, con alrededor de 400 millones de hablantes nativos, detrás del chino mandarín y por delante del inglés y del hindi/urdu. El alemán y el francés se incluirían en el grupo de las que tienen entre 50 y 100 millones de hablantes. Y los estudios de prospectiva están de acuerdo en que el inglés, el español y el chino serán las tres lenguas de comunicación internacional durante el siglo XXI.

P. ¿Ha cambiado la imagen del español en los últimos años?
R. De manera profunda, y esa es una de las razones esenciales de su crecimiento como lengua de comunicación internacional. Ahora mismo se ve como un idioma práctico y útil, gracias a su poderío demográfico, a que es la lengua de más de 20 países y a su fuerte implantación en lugares clave como Estados Unidos. La gente lo aprende porque le resulta rentable y es una buena inversión para su futuro profesional, sobre todo en el caso de los jóvenes.

P. ¿Cuánto cuesta divulgar y enseñar el español en el mundo?
R. El Cervantes tendrá el próximo año 103 millones de euros, pero también desarrollan una gran labor los ministerios de Educación y de Exteriores, así como las universidades. A ellos hay que sumar los gobiernos de países como Brasil, Filipinas, Francia o Italia, que invierten para que sus ciudadanos más jóvenes tengan un aprendizaje de calidad de la lengua española.

P. ¿En qué países crece más?
R. El desarrollo del español en Estados Unidos es espectacular. Se trata del segundo país -será el primero en 2050- en número de hispanohablantes tras México, y donde el crecimiento como segunda lengua resulta más significativo: cada año se incorpora más de un millón y medio de nuevos hablantes. Ahora bien, si pensamos en el español como lengua extranjera, hay que dirigir la mirada a Brasil. Con la entrada en vigor de la ley del español se ha pasado de un millón a cinco millones de estudiantes en apenas un lustro.



EDUARDO LAGO. Director del Cervantes de Nueva York.

P. ¿Cuál es la realidad del español en Estados Unidos y cuál su proyección?
R. La realidad es que no es una lengua extranjera en Estados Unidos, sino una lengua materna que llegó a este territorio antes que el inglés y que, históricamente, nunca ha estado fuera del mapa. En 1848, con la firma del tratado de Guadalupe-Hidalgo, en virtud del cual México cede la mitad de su territorio al vecino del norte, una inmensa masa de hispanohablantes queda circunscrita en Estados Unidos, y con ella toda la topografía que conocemos: San Francisco, Nevada, Colorado... Dando un salto en el tiempo, las últimas décadas del siglo XX se caracterizan por una expansión del español por todo el territorio hasta los enclaves más remotos. El país se hispaniza en una proporción que oscila entre un 10% y un 50% en Florida, por ejemplo. El fenómeno último del siglo es el inicio de una cualificación de los hispanohablantes. A mediados del siglo XXI Estados Unidos será el primer país del mundo en cuanto a número de hispanohablantes, lo cual lo convertirá en la última frontera del idioma: el país más potente del mundo será el más potente también entre los países hispánicos. Hablo de fuerza cultural además de económica.

P. ¿Cómo es la relación de fuerzas entre el español y el inglés?
R. Se trata de una coexistencia pacífica y fructífera. El panorama acabará siendo: Estados Unidos país bilingüe, con una proporción de 3 a 1 a favor del inglés. Lo que pasa es que el español, lengua americana por excelencia, primera lengua de América, está empujando por el Norte y por el Sur: por el Norte está abriéndose paso en Estados Unidos como lengua materna (y extranjera) y por el Sur como lengua extranjera, en Brasil, donde hay avidez (léase necesidad) por dominar el español. Resulta un poco absurdo hacer proyecciones, salvo una: la potencia del español está en sus primeros pasos en cuanto a lo que va a ocurrir en el futuro. El español hará realidad el sueño imposible de Bolívar de unir a toda América.

 


JOSÉ LUIS GARCÍA DELGADO. Director de la investigación Valor económico del español (Fundación Telefónica)

P. ¿Cuál es el valor económico del castellano y cómo se obtiene ese valor?
R. El español, como cualquier otra lengua, es un activo inmaterial cuyo valor aumenta al crecer el número de quienes lo hablan y su capacidad para servir de medio de comunicación internacional. En esta última faceta se centra el estudio que está realizando Fundación Telefónica. Si se considera solo el "componente" de lengua de cada actividad económica, comenzando por las industrias culturales, el español supone cerca del 16% del PIB de España; pero su valor diferencial como gran lengua internacional exige el análisis de sus efectos multiplicadores sobre los flujos migratorios, comerciales y financieros.

P. ¿Cómo influye el idioma en las transacciones comerciales?
R. Una lengua común es como una moneda común: reduce los costes de casi cualquier tipo de intercambio económico; además, facilita una familiaridad cultural que acorta la distancia psicológica. Es, en suma, un factor de dinamización mercantil, cuya potencia crece -al ser la lengua un "bien de club"- con el tamaño del mercado común que vertebra la lengua compartida. Los profesores Jiménez y Narbona han calculado que la lengua supone un factor multiplicativo del comercio entre los países que la comparten en torno al 190%, porcentaje que alcanza casi el 290% en el caso del español.

P. ¿Y cómo influye en la determinación de la emigración?
R. Los profesores Alonso y Gutiérrez (Fundación Telefónica) han estudiado el efecto positivo de la lengua común en la determinación del país elegido como destino del emigrante. El flujo de inmigrantes iberoamericanos a España ha sido casi tres veces superior (2,7) al que sería si no compartiéramos la lengua. Y el dominio del español por parte de los inmigrantes, además de generar ahorro de costes en los servicios sanitarios y educativos prestados en España, facilita el acceso al empleo y mayor movilidad laboral ascendente, generando diferencias positivas de salarios de hasta el 30%.

P. ¿Cuál es la situación en Internet?
R. El español es la segunda de comunicación internacional en la Red, a distancia del inglés, pero por delante del francés, el alemán, el ruso, el árabe o el italiano, que son también lenguas de alcance multinacional. De los 1.750 millones de usuarios de Internet, en español lo hacen 136 millones, lejos de los 480 en inglés, pero muy por delante de los 80 en francés, 65 en alemán, 50 en árabe o 45 en ruso. En chino lo hacen 390 millones, pero es lengua solo nacional. Las páginas web guardan proporciones equivalentes.

 


ANTONIO MARÍA ÁVILA. Director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España.

P. ¿Qué lugar ocupa la industria editorial española en el ámbito internacional?
R. España es la cuarta potencia editorial del mundo, solo superada por el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos y es la más importante de las industrias culturales de nuestro país que en su conjunto suponen el 4% del PIB español y, de este porcentaje, el 42% corresponde a la industria editorial.

P. ¿Cuáles son las cifras del sector editorial español?
R. La industria editorial mueve anualmente algo más de 4.000 millones de euros, un 0,7% del PIB y da empleo, directo e indirecto, a más de 30.000 personas. Las 900 empresas editoriales que agrupa la FGEE representan cerca del 95% del sector y a lo largo de 2009 se editaron más de 330 millones de libros y 76.000 títulos, con una tirada media por título de 4.328 ejemplares. Los libros suponen el 1% de la exportación de mercancías españolas.

http://www.elpais.com/articulo/portada/hay/saber/espanol/elpepuculbab/20101127elpbabpor_4/Tes

 


 

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El instinto del lenguaje

El lenguaje es la capacidad que tenemos los seres humanos para comunicarnos entre nosotros por medio de signos lingüísticos, a través de un medio oral auditivo de forma primaria y a través de medios visuales y hápticos de manera secundaria. Esta capacidad permite formar ideas en el cerebro de los demás con gran precisión: es la habilidad de comunicar información a base de modular los sonidos que producimos al exhalar el aire.

El lenguaje se encuentra tan íntimamente unido a la experiencia humana que es casi imposible imaginar la vida sin él, pues el funcionamiento del lenguaje está tan apartado de nuestra conciencia como la lógica de la incubación de huevos lo está de la conciencia de la gallina: captamos el significado automáticamente.

El lenguaje es una habilidad compleja y especializada que se desarrolla de forma espontánea en los niños, sin esfuerzo consciente o instrucción formal, se despliega sin que tengamos conciencia de la lógica que subyace a él, es cualitativamente igual en todos los individuos, y es muy distinto de las habilidades más generales que tenemos de tratar información. Se puede decir que el lenguaje es una capacidad instintiva.

Para Chomsky el lenguaje tiene una propiedad que se denomina recursividad, con la cual, éste puede considerarse como un procedimiento que mediante el uso de medios finitos (piezas léxicas y reglas morfológicas y sintácticas) puede dar lugar a un número infinito de expresiones.  El cerebro tiene una gramática que permite poner en práctica esta propiedad del lenguaje.

Los niños desarrollan estas gramáticas a una edad muy temprana con gran rapidez y sin instrucción formal, hasta que son capaces de dar una interpretación consistente a frases con construcciones nuevas que jamás han oído anteriormente, por tanto dice Chomsky que tenemos de manera innata una Gramática Universal.

A partir de esto, decimos que un niño de tres años en un genio lingüístico que domina la mayoría de las construcciones, obedece las reglas en lugar de transgredirlas, respeta los universales del lenguaje, evita muchos tipos de errores y cuando los comete, lo hace de acuerdo con la lógica del lenguaje de los adultos. El niño no aprende a hablar sólo a base de imitar el lenguaje de los adultos que le rodean pues si así lo hiciese, no diría frases como el peluche está rompido (en este caso se generalizó el uso de un sufijo regular en un verbo irregular). Parece razonable suponer que la principal tarea del niño es ir escogiendo de la Gramática Universal que se encuentra en su cerebro de manera innata, las reglas propias de la lengua/s de los hablantes que le rodean.


Pero ¿cómo interactúa la experiencia con el conocimiento innato para que un niño de corta edad adquiera la gramática de la/s lengua/s que le rodean? Sabemos que esa experiencia debe incluir, al menos, el lenguaje de otros seres humanos. Conocemos casos de niños salvajes que han crecido sin estimulación lingüística por diversas razones. El resultado es siempre el mismo: los niños son mudos y suelen permanecer en ese estado el resto de sus vidas –Si son hallados antes de que finalice el período crítico del aprendizaje de la lengua, es muy probable que logren aprenderla sin demasiados problemas-. Sean cuales fueran las habilidades gramaticales innatas, éstas son demasiado esquemáticas para generar por sí mismas habla, palabras y construcciones gramaticales. El mutismo de los niños salvajes, subraya el influjo de la experiencia sobre la naturaleza en el desarrollo lingüístico.

Una de las pruebas que muestran que los niños poseen una gramática de forma innata es la formación de las lenguas criollas: en las plantaciones de tabaco, algodón, azúcar… los terratenientes empleaban esclavos de diferentes procedencias lingüísticas. Cuando hablantes de distintas lenguas tienen que comunicarse entre sí, crean una jerga denominada pidgin o dialecto macarrónico. Los pidgins constan de un vocabulario proveniente de las lenguas de las diferentes procedencias lingüísticas y de una escasa gramática. Según Bickerton, un pidgin puede convertirse en una lengua completa, si se expone a un grupo de niños en la edad a la que se adquiere la lengua materna, a ese pidgin. Esto sucedía cuando los niños añadían a las cadenas entrecortadas que escuchaban, la complejidad gramatical de la que carecían, lo que originó una lengua de nuevo cuño con gran poder expresivo. La lengua resultante que aparece cuando los niños hacen de un pidgin su lengua materna, es una lengua criolla.

La expresión “instinto del lenguaje” es bastante adecuada, pues como se ha podido observar, el lenguaje es una capacidad instintiva que sólo poseemos los seres humanos y que se desarrolla de forma espontánea cuando un niño está expuesto a unos determinados estímulos.





sábado, 20 de noviembre de 2010

Ortografía y lectura

Qué sucede en la lectura de un texto sin puntuación ni acentuación correctas:

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Orígenes evolutivos del lenguaje


El proceso evolutivo que conduce al humano moderno a partir del último antepasado compartido con los primates no humanos (hace entre 5 y 8 millones de años) se puede dividir en tres fases o grados:

1-. El primer grado agrupa un buen número de especies que podemos caracterizar en general como gráciles en su estructura corporal, de sistema masticatorio grande, bipedalismo facultativo, cerebros pequeños (semejantes al de los chimpancés) y un rápido programa de desarrollo. Las especies tipo del grado son los australopitecinos y los habilinos. Vivieron entre hace 6 y 1 millón y medio de años.

La atribución por parte de determinados autores de alguna forma de lenguaje a los miembros de este grado se ha basado fundamentalmente en datos neuroanatómicos:
            -Aparición de las primeras impresiones endocraneanas de zonas homólogas a las de Broca y un descenso del surco parieto-occipital en A. africanus; y
            -primeras impresiones endocraneanas de la parte inferior del lóbulo parietal, sensible incremento del coeficiente de encefalización y ligera basculación de la base del cráneo en H. habilis.

2-. El segundo grado agrupa cuatro especies (H. antecesor, H. ergaster, H. erectus y H. heidelbergensis) que se caracterizan por una mayor robustez corporal, bipedalismo obligatorio, sistema masticatorio pequeño, programa de desarrollo rápido y cerebros algo mayores que lo de las especies del primer grado. Vivieron entre hace 2 millones y 150 mil años.

La atribución de alguna forma de lenguaje a los miembros de este grado se ha basado tanto en los datos paleoanatómicos como paleocomportamentales:
            -Se observa en ellos, por un lado, una afirmación general de los rasgos anatómicos señalados como incipientes en el primer grado;
            -por otro lado, protagonizaron una dispersión intercontinental sin precedentes y una importante evolución técnica, con logros como el uso controlado del fuego o un tipo de industria lítica propia de una mente simbólica, clasificadora y estructuradora.

3-. El tercer grado agrupa a H. neanderthalensis y H. sapiens sapiens. Su configuración corporal es semejante a la del segundo grado, pero sus cerebros son notablemente mayores y su programa de desarrollo mucho más lento. Se desarrollaron hace unos 250 mil años y los neandertales desaparecieron hace unos 35 mil.


Análisis de tipo paleogenético realizados en los últimos años acerca del gen FoxP2 le atribuyen una antigüedad de entre 100 y 200 mil años, con lo que su aparición sería concomitante o posterior a la del Sapiens sapiens. Estos datos apoyan la tesis de que esta fue la primera especie parlante.

Hace unos 35 mil años tuvo además lugar lo que se conoce como la “explosión simbólica” del sapiens, que trajo consigo herramientas más sofisticadas y decoradas, actividad comercial, artes ornamentales, enterramientos simbólicos, indicios de notaciones escritas y numéricas, etc.

Los defensores de datar la aparición del lenguaje en este tercer grado de la evolución humana discuten acerca de si asociarlo con el propio proceso de especiación (y otorgarle así unos 200 mil años) o si asociarlo con la explosión simbólica (lo que le daría unos 35 mil años de antigüedad).

Para más información:
-Arsuaga, Juan Luis. La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana. Madrid, Temas de Hoy, 2001. [Especialmente: “Cap. 8 La evolución del encéfalo” y “Cap. 16 El origen del lenguaje humano”]
-Cela Conde, Camilo José & Ayala, Francisco. Senderos de la evolución humana. Madrid, Alianza Ensasyo, 2001. [Especialmente: “Cap.10: El origen del lenguaje”]

lunes, 15 de noviembre de 2010

Bases neuroanatómicas y fundamentos genéticos del leguaje

La anatomía humana muestra diferentes especializaciones o adaptaciones para el lenguaje, tanto en lo que se refiere a los órganos periféricos del habla (los dedicados a la producción y percepción de las señales) como en lo que se refiere al procesamiento del habla por parte del cerebro.

Por lo que se refiere al tracto vocal humano, muestra tres peculiaridades anatómicas fundamentales si lo comparamos con las estructuras homólogas propias de otras especies:

1-. La posición excepcionalmente baja de la laringe.
2-. La conexión permanente entre la boca y la laringe, que conforman a todos los efectos una caja de resonancia única; y
3-. La disminución en tamaño y masa de la lengua, que cuenta en cambio con una estructura muscular y nerviosa más compleja, con lo que se dota de una mayor precisión de movimientos.

















El conjunto de estas características, en el fondo disfuncionales para el normal ejercicio de la respiración y la deglución, sólo se justifican como adaptaciones para la producción de sonidos lingüísticos.

Por otro lado, las cuerdas vocales humanas tienen una estructura en capas y una juntura ligamentosa con la laringe que tampoco se justifican de cara a su función habitual como válvula respiratoria. Además, la columna contiene a la altura de las vértebras torácicas un número de fibras nerviosas muy superior al de otras especies, que solo aparece justificable para el control nervioso del acompasamiento entre respiración y habla.

Por lo que se refiere al sistema auditivo, el oído humano tiene una especial sensibilidad a la estructura temporal de las señales, con una gran resolución en la captación de variaciones de la señal en lapsos temporales mínimos. El área auditiva primaria contiene grupos de neuronas que reaccionan específicamente a este tipo de estímulo, al que corresponden muy destacadamente las emisiones lingüísticas.

En el cerebro humano podemos establecer tres sistemas neuronales interrelacionados, dedicados a funciones de tipo lingüístico:

1-. Las áreas perisilvianas. Este sistema comprende a su vez:
            El área de Broca, con funciones de planificación fonológica y en la sintactización de los enunciados (tal cual revelan las afasias de Broca), que se localiza en la parte inferior de la tercera circunvolución frontal de hemisferio izquierdo;

            El área de Wernicke, con funciones de comprensión lingüística del estímulo auditivo (como revelan las afasias de Wernicke), que se localiza en la parte posterior de la circunvolución superior del lóbulo temporal del hemisferio izquierdo;

             El fascículo arqueado, que pone en contacto las dos áreas anteriores a través de un sistema de neuronas no superficiales que atraviesan las zonas más bajas del cortex motor y somatestésico del hemisferio izquierdo.


Hay que señalar que el área de Broca parece trabajar en asociación con los ganglios basales, una compleja estructura subcortical, en tareas de sincronización y secuenciación, ambas relevantes tanto en la sintaxis como en la fonología.

2-. Un extenso conjunto de redes o asambleas neurales distribuidas bilateralmente por todo el cortex, encargadas de la representación de los conceptos en el cerebro. Cada red consiste en neuronas localizadas en las zonas cerebrales correspondientes al formato sensorial o motor propio de los diferentes aspectos de las entidades representadas por el concepto.

3-. Las áreas de meditación, localizadas en el lóbulo temporal del hemisferio izquierdo, que actúan conectando las representaciones acústico-articulatorias fijadas en las áreas perisilvianas con las representaciones conceptuales distribuidas por el resto del cortex. Diferentes zonas del lóbulo parecen ocuparse de un tipo característico de conceptos.

El estudio del fundamento genético del lenguaje ha experimentado un enorme avance en los últimos años gracias al estudio intensivo de un trastorno congénito del habla, conocido como Síndrome Específico del Lenguaje (SLI), y a la localización del gen cuya mutación es responsable del mismo.

El SLI comporta un retraso en la adquisición del lenguaje, una asimetría menos marcada entre los hemisferios (lo que denota un menor desarrollo del lingüísticamente dominante, normalmente el izquierdo) y un lenguaje caracterizado por dificultades articulatorias, desajustes entre las estructuras sintáctica y prosódica y problemas para el manejo de la morfología productiva.

Es un síndrome raro (un 3% en el total de la población) cuya manifestación asciende a un 50% de los miembros de los grupos familiares en que se da. Afecta por igual a hombres y mujeres y el nivel de afectación es en esencia el mismo en todos los pacientes. Los afectados no tienen ningún otro tipo de trastorno característico que les pudiera dificultar la adquisición y manejo de una lengua. Todo ello coincide con la caracterización del SLI como un trastorno monogenético, ocasionado por la mutación de un gen autosómico y dominante. Está concretamente localizado en el cromosoma 7 y recibe el nombre de FoxP2.

Se trata de un gen regulador, es decir, que actúa sobre otros genes para establecer los ritmos de desarrollo de una estructura orgánica. La comparación con los genes homólogos de otras especies da pie a pensar que regula el desarrollo de los ganglios basales y acaso del sistema en que participa junto con el área de Broca.















Para más información:

-crystal, David: The Cambridge Encyclopedia of Language; Cambridge University Press, 2005 [1987].
-pinker, Steven: El instinto del lenguaje; Alianza editorial; Madrid, 2005. [Especialmente: “Cap. 10 Los órganos del lenguaje y los genes de la gramática”
-Arsuaga, Juan Luis. La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana. Madrid, Temas de Hoy, 2001. [Especialmente: “Cap. 8 La evolución del encéfalo” y “Cap. 16 El origen del lenguaje humano”]

Lenguas amenazadas




Las lenguas mueren o desaparecen cuando dejan de tener hablantes, esto puede producirse por múltiples factores:
-Factores que representan un riesgo para la seguridad física de las personas, es decir, una lengua muere si mueren todas las personas que la hablan: el número de usuarios de una lengua puede reducirse gravemente a causa de catástrofes naturales. Es evidente que las pequeñas comunidades de zonas aisladas pueden quedar esquilmadas por terremotos, huracanes, tsunamis y otros cataclismos.

-Factores que cambian la cultura de un pueblo, asociados al fenómeno de asimilación cultural, que consiste en que una cultura dominante influye sobre otra. Esto ha ocurrido repetidamente a lo largo de la historia colonial: Australia y Norteamérica son los ejemplos clásicos.

Cuando una cultura asimila a otra, la secuencia de eventos que afectan a la lengua en peligro parece ser la misma en todas partes. Hay tres fases:
1- La presión inmensa que se ejerce sobre las personas para que hablen la lengua dominante, una presión que procede del campo político, social y económico.
2- Es un período de bilingüismo emergente, pues las personas se van haciendo cada vez más eficientes en su nueva lengua, pero sin perder la competencia de su lengua de origen. Este bilingüismo comienza a declinar manifestándose una cesión de terreno de la vieja lengua a la nueva.
3-La generación más joven va haciéndose gradualmente más competente en el dominio de la nueva lengua, identificándose más con ella, y considerando que su lengua de origen es menos relevante para satisfacer sus nuevas necesidades.

La lengua dominante es atractiva porque facilita un movimiento externo de la comunidad indígena, cuyos miembros desean caminar hacia nuevos horizontes, mejorar su calidad de vida. La lengua dominante es necesaria, porque tiende un puente entre ambos mundos, un puente de inteligibilidad sin el cual el progreso sería insignificante. La lengua dominada carece de valor como lengua franca internacional o intercultural, sino que está allí por el motivo contrario: para expresar la identidad de los hablantes como miembros de su comunidad, fomenta los vínculos familiares, conserva las relaciones sociales, preserva los lazos históricos… La lengua dominante no puede cumplir esta función.

Se ha advertido a menudo el intento de los hablantes de una lengua de aplastar a los de la otra. Harold Pinter en su obra Mountain language describe con dureza el conflicto antagónico en el seno de una lengua, cuando en un momento dado un oficial se dirige a un grupo de mujeres:
Ahora escuchad esto. Vosotras sois gente de las montañas. Vuestra lengua está muerta. Está prohibida. No se os permite hablar vuestra lengua motañesa en este lugar. No podéis hablarla con vuestros maridos. No podéis hablarla. Es un delito. Seréis duramente  castigados si intentáis hablar vuestra lengua. Es la ley.


Cada lengua constituye un cierto modelo de universo, un sistema semiótico de comprensión del mundo, y si poseemos 4000 diferentes maneras de describir el mundo, eso nos hace ricos. Deberíamos ocuparnos de la preservación de las lenguas igual que lo hacemos de la ecología.
Vjaceslav Ivanov (escritor ruso)

Cenedl heb iaith, cenedl heb galon
«Una nación sin una lengua es una nación sin un corazón» (Proverbio galés)






Para más información:
-Abley, Mark: Aquí se habla. Un recorrido por las lenguas amenazadas; Barcelona, RBA, 2006.
-Crystal, David: La muerte de las lenguas; Madrid, Cambridge University Press, 2001.
-crystal, David: The Cambridge Encyclopedia of Language; Cambridge University Press, 2005 [1987].

Lenguas

El número de lenguas actualmente existente suele cuantificarse en unas seis mil. De cualquier modo, es una cifra sólo aproximada y muy variable de unos a otros catálogos. La razón básica es que las lenguas no son entidades perfectamente diferenciadas y bien delimitadas las unas con relación a las otras. Su diferenciación y delimitación depende de criterios de naturaleza diversa y que no se aplican del mismo modo en todos los casos:


 De acuerdo con el Ethnologue, pueden considerarse como una “lengua” diferenciada de otras un conjunto de variedades de habla mutuamente inteligibles a nivel funcional cuyos hablantes comparten una misma conciencia etnolingüística, es decir, se tengan por miembros de una misma comunidad de habla. No obstante, un grado de inteligibilidad bajo entre las variantes puede no obstar para considerarlas variantes de la misma lengua si existe una conciencia etnolingüística compartida y, a la inversa, la existencia de tal conciencia puede justificar una distinción entre variantes con niveles de mutua inteligibilidad altos.

Un ejemplo bien conocido de lenguas que son mutuamente inteligibles y que sin embargo se consideran lenguas distintas, es el del noruego, el sueco y el danés: a pesar de que los miembros de estas comunidades pueden comprenderse bastante bien entre sí, se las considera lenguas distintas.

Otro ejemplo más reciente es el serbo-croata, que hasta hace poco se utilizaba como denominación que englobaba un conjunto de variedades lingüísticas que se utilizaban en la antigua Yugoslavia, pero que a partir de las guerras civiles de los años noventa, ha sido reemplazada por las denominaciones serbio, croata y bosnio. En 1990 se hablaba una sola lengua en estos países, ahora hay tres. Los rasgos lingüísticos que comparten no han cambiado apenas, pero la situación sociopolítica ha cambiado irreversiblemente.


 Las más de seis mil lenguas catalogadas en la actualidad se distribuyen de modo muy irregular tanto geográfica como poblacionalmente hablando: En la región Asia-Pacífico donde se registra una mayor densidad de lenguas y en el continente europeo donde registramos la más baja, de acuerdo con los datos de Ethnologue. La densidad de lenguas en África es asimismo muy alta:


Una cuarta parte de las lenguas del mundo cuenta con menos de diez mil hablantes y casi la mitad no superan los cien mil. Sólo ocho lenguas cuentan con más de cien millones de hablantes. Por otra parte, un 94% de la población mundial es hablante del 4% de las lenguas del planeta, lo que a su vez implica que el 96% restante de las lenguas las habla tan sólo el 6% de la población mundial.

El concepto de lengua amenazada hace referencia al grado de dificultad que puede encontrar una lengua para su transmisión intergeneracional. Las razones que abocan a una situación de amenaza pueden ser de distinto tipo:

- Un número muy bajo de hablantes es un factor evidente, ya que una simple catástrofe natural podría hacer desaparecer una lengua de, por ejemplo, dos o tres mil habitantes.

- No obstante, la causa más habitual de amenaza para una lengua es la coexistencia con otra que le disputa ámbitos de uso. La caída en desuso de una lengua entre la población joven y en el ámbito familiar abocan a la lenguas a la situación de máxima amenaza. Una situación de conflicto lingüístico implica la coexistencia en un territorio de dos o más lenguas que se disputan ámbitos de empleo. Suele hablarse en estos casos de poliglosia, es decir, plurilingüismo social en términos de desequilibrio. Se considera mayoritaria o dominante la lengua cuyo uso se considera apropiado en las situaciones altas (educación, administración, instituciones, economía) y minoritaria o dominada a aquella que ve limitado su uso a situaciones bajas (familiares y de amistad).